jueves, 25 de agosto de 2011

Desenmascarando...


Fascinados por el cielo y la armonía del cosmos, los mayas observaron incansablemente el firmamento. Su obsesión por el movimiento de los cuerpos celestes se basaba en la concepción cíclica de la historia, y la astronomía fue la herramienta que utilizaron para conocer la influencia de dichos cuerpos sobre el mundo. Esto se dio también ya que, al ser una cultura con necesidades totalmente agrícolas, se vieron obligados a observar y estudiar los astros cuya influencia afectaba la siembra.
Los mayas eran grandes observadores del tiempo. Contaban con diversos sistemas calendáricos, los cuales suelen ser conocidos como: el calendario civil, el calendario ritual, el calendario lunar, el calendario de los nueve señores, la cuenta larga, la cuenta corta, y la cuenta secreta.
Cada uno de estos calendarios trabaja de manera coordinada, pero el más conocido es el T´zol (espiral/culebra) Kin(delos días/del sol). Este podríamos traducirlo como el camino serpenteante de los días en la cuenta sagrada de 260 días el cual, estaba conformado por 13 números llamados en nahuatl "tonallis", y 20 signos jeroglíficos llamados "nahuallis", en otras palabras, que existían 20 nombres de los días cada uno representado por un símbolo único, y que los días a su vez, se enumeraban del 1 al 13 y una vez que la cuenta del 13 era alcanzada, el siguiente día se enumeraba como 1 nuevamente formando así un doble engranaje que al avanzar crean un ciclo perfecto de 260 días.
El calendario solar maya era más preciso que el que utilizamos hoy en día y esto,  gracias a que todas las ciudades del periodo clásico estaban orientadas respecto al movimiento de la bóveda celeste. El “punto a favor” que podríamos decir que tenían los mayas era que todos los años, el sol viaja a su punto del solsticio del verano, o a la latitud de 23 grados y 20 minutos norte y la mayoría de estas ciudades Mayas se localizan al sur de dicha latitud, es decir, que podían observar el sol directamente sobre la cabeza durante el tiempo que el sol pasaba encima de esta. La ventaja que les brindaba este hechode que era que, en el medio día local, no había sombra.
Otro de los sistemas calendáricos de los Mayas es el Tun. Este calendario que se considera civil, está conformado por 18 UINALES (ciclos de 20 días) dando un total de 360 días; a los que se añade 5 días más llamados UAYEB para completar un ciclo solar de 365 días por años, es decir, 360 días del año se repartían en 18 meses de 20 días cada uno. Las semanas y los meses transcurrían de forma secuencial e independiente entre sí.
El tiempo para los mayas era considerado una serie de ciclos sin principio ni fin, interrumpidos por cataclismos o catástrofes que significaban el retorno al caos primordial. Pero nunca se acabaría el mundo porque creían en la palingenesia, la regeneración cíclica del universo. Los libros del Chilam Balam exponen predicciones acerca de esos ciclos de destrucción y renacimiento como el derrumbe del firmamento y el hundimiento de la tierra.
Las profecías mayas nos hablan del Sexto Ahau (Sexto Sol) que comenzará el 21 de diciembre de 2012. Ese día se iniciará un período de 5200 años. En total son 7 profecías y estas nos hablan de…

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